En las próximas horas estarán en nuestras manos los recibos de sueldo correspondientes al trabajo de abril. El monitor nos constatará lo que la primera impresión dijo: el sueldo no alcanza al mes, y los aumentos paritarios resultaron -y resultarán- a todas luces insuficientes.
Los recortes periodísticos de las últimas horas indican que la Canasta Básica Total, medida por el INDEC gubernamental, alcanzó en marzo los 17.867,28 pesos para una familia tipo. En otras palabras, el monto mínimo para no ser pobre en la Argentina de hoy.
Sólo la reciente creación del “adicional por grado” evita que los básicos de nuestros compañeros de la categoría 7 caigan por debajo de esa línea. El plus se aplica también a las categorías 5 y la 6, porque para ellas el riesgo es inminente: la Canasta Básica Total del INDEC aumentó a un ritmo de 1, 5 por ciento sólo en marzo, y acumuló un incremento de 7, 1 en el primer trimestre del año.
Con esos números, y los imparables tarifazos que continúan, resulta lógico estimar una inflación anual no menor al 20 o 23 por ciento, como calculaban todos los diarios capitalinos el viernes 13 de abril, el mismo día en que trascendió el acuerdo suscripto en la paritaria nacional de nuestro sector.
Lo que sucedió después fue penoso, cuando se negó que el acuerdo fuese definitivo y se postergó algunos días el choque con la realidad. Poco pasó hasta que se presentó como un buen acuerdo el incremento del 15 por ciento. Diez puntos por debajo de lo que mandó reclamar la asamblea de ATUNS e incluso inferior al mínimo por debajo del cual no admitía negociar, que se había estimado en 15 por ciento en dos cuotas. Será en cuatro, la última a cobrar en diciembre.
Sería interesante que alguien nos pudiese responder una pregunta simple. ¿La FATUN y sus asociaciones de base tienen una confianza en el gobierno mayor que la de la prensa, las consultoras y el propio Banco Central? El organismo que dirige Federico Sturzenegger subió la expectativa de inflación anual al 20,3 por ciento en su informe de principios de abril.
Se comprende que la secretaria de Políticas Universitarias de la Nación, Danya Tavela, haya celebrado desde la patronal la buena disposición de los representantes gremiales. ¿Qué significa que la patronal festeje el resultado de un acuerdo paritario? El “enorme esfuerzo” que destacó Tavela no es otra cosa que la renuncia a cinco, ocho o diez puntos de sueldo al cabo de este 2018.
Ojalá este 1º de Mayo sirva a los compañeros y compañeras de la conducciones de las asociaciones de base y de la Federación para reflexionar respecto de las necesidades de los trabajadores y trabajadoras no docentes, los riesgos inminentes, el peligro de la burocratización y los significados que encierra el caer tan simpático a los ojos de la patronal.
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